Miriam Vázquez pide a la FGE que investigue la violación que sufrió su hija mayor y que lance la Alerta Amber para localizar a las niñas

Temblando de miedo y con la voz entrecortada Miriam Vázquez, de 33 años, se dio valor para romper el silencio y venir a Puebla para contar el infierno que vive en Huachinango. Ramón su expareja, de 48 años se llevó desde hace cuatro meses a sus dos hijas. A la mayor la violó y embarazo cuando tenía 14 años, también se llevó a la bebé, de un año, producto del abuso sexual que cometió contra su hijastra.

La niña que procrearon Miriam y Juan, tiene ocho años, y también corre el riesgo de ser abusada por su padre, así lo manifestó Miriam frente a la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla, acompañada de la directora del Centro de Análisis, Formación e Iniciativa Social A.C. (CAFIS), Natalí Hernández y de otras colectivas feministas.

Miriam narró que Ramón se llevó a Andrea, Ximena y Sherly, desde el pasado 2 de marzo, luego de que acudiera con Andrea de 16 años al Ministerio Público a denunciar la violación que sufrió desde los 14 años, y de que Sherly, de un año, es producto de ese ataque.

Ramón, al enterarse, se llevó a las tres niñas y ha intentado negociar el retiro de la denuncia a cambio de devolverle las menores a Miriam. Además de presumir que no pisará la cárcel porque es hermano de un Juez, también la amenaza de que nunca volverá a ver a las menores.

Tras la sustracción de sus hijas Miriam regresó al Ministerio Público para exigir que no filtren información confidencial, que investiguen la violación que sufrió su hija mayor y que lancen la Alerta Amber para localizar a las niñas, pues teme que Ramón se la lleve del país.

La omisión de las autoridades y la revictimización para ella y para sus hijas, con argumentos de que la mayor, por tener una hija de Ramón accedió de manera voluntaria a irse, y de que Sherly es hija de esta unión, imposibilita a regresarlas con Miriam.

Otro argumento que ha escuchado en la FGE, es que Ximena de ocho años es hija de Ramón y es normal que las niñas estén con su padre.

Gracias a la ayuda de CAFIS, Miriam pudo trasladarse a Puebla, para exigir que las autoridades localicen a las menores atendiendo el bien supremo de los infantes, ya que, si ella por miedo calló por años, es imposible que las menores la llamen para decirle donde están.

“Él se ha comunicado para decirme que quite la denuncia. No la voy a quitar y quiero de regreso a mis tres hijas. Él sigue ejerciendo violencia y la sociedad también pero no importa, voy a seguir contra todo. La gente dice que mi hija ya está grande porque tiene 16 años y me puede marcar. Cómo pueden juzgar a la niña si no saben la violencia que hemos pasado. Si yo durante muchos años no pude levantar la voz ante tales actos como pretenden que una niña lo haga”.

La directora de CAFIS, Natalí Hernández, señaló que con anterioridad acudieron a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Puebla, para que urgieran a la FGE a tomar el caso, pero Miriam fue violentada institucionalmente por llevar su queja a otra instancia.

“La semana pasada autoridades de la fiscalía le dijeron a Miriam que, ante la no procedencia de sus denuncias, tomara de ejemplo a otras madres buscadoras y comenzara la búsqueda por ella misma.

Esto solo demuestra que cuando una mujer decide buscar ayuda, se enfrenta contra el sistema entero por cuestiones de género, porque las autoridades no quieren realizar su trabajo, porque el poco trabajo que realizan es deficiente y porque existen lazos de compadrazgo”, concluyó.

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