«Max solo fue informado en la vuelta final de la solicitud de ceder el puesto sin transmitirle toda la información», admitió el equipo para cerrar la polémica

La escudería Red Bull de Fórmula 1 consideró como un «error» las órdenes de equipo que dio en el Gran Premio de Brasil de Fórmula 1, cuando le pidieron por radio a Max Verstappen que cediera su posición al mexicano Sergio «Checo» Pérez, decisión que el campeón no acató, además de condenar las amenazas de muerte que recibieron ambos pilotos en redes sociales.

El neerlandés mantuvo su puesto por delante de Pérez en la penúltima carrera del año y eso privó al mexicano de llegar a la carrera final, el Gran Premio de Abu Dabi, por delante del monegasco Charles Leclerc, de Ferrari, con el que está empatado a puntos por el campeonato de pilotos.

“Como equipo cometimos algunos errores en Brasil. No habíamos previsto la situación que se desarrolló en la última vuelta y no habíamos acordado una estrategia para tal escenario antes de la carrera. Lamentablemente, Max solo fue
informado en la vuelta final de la solicitud de ceder el puesto
sin que se transmitiera toda la información necesaria.

“Esto puso a Max, quien siempre ha sido un jugador de equipo abierto y justo, en una situación comprometida con poco tiempo para reaccionar, lo cual no era nuestra intención. Después de la carrera, Max habló abierta y honestamente, lo que permitió que ambos pilotos resolvieran cualquier problema o inquietud pendiente”, indicó el comunicado de Red Bull, al admitir el error en una decisión que afectó y molestó a «Checo».

El equipo aceptó el “razonamiento” de Verstappen y evitó profundizar sobre sus argumentos para no dejar pasar a Checo Pérez: “La conversación fue un asunto personal que permanecerá privado entre el equipo y no se harán más comentarios”.

Lamenta amenazas contra pilotos

En el comunicado, Red Bull consideró “completamente inaceptables” los comentarios y amenazas que se produjeron en las redes sociales después de la decisión de Verstappen.

“El comportamiento abusivo hacia Max, Checo, el equipo y sus respectivas familias es impactante y triste y, lamentablemente, es algo que nosotros, como deporte, tenemos que abordar. No hay lugar para ello en las carreras o en la sociedad en su conjunto. Esto es un deporte, estamos aquí para competir. Las amenazas de muerte, el odio es deplorable. Tiene que parar”, concluyó Red Bull en defensa de sus pilotos.

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