Feministas y colectivas condenaron el sensacionalismo con el que se han manejado los feminicidios de Monserrat y Natalia en medios de comunicación y redes sociales, tanto por periodistas como público en general.
Pidieron evitar la revictimización de ambas mujeres que fueron asesinadas por razones de género entre el 29 de junio y el 2 de julio en la junta auxiliar de La Resurrección y el municipio de Hueytamalco.
Marisol Calva, integrante del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG), y encargada de programas de género en la Secretaría de Gobernación (Segob) en Puebla, advirtió que los medios de comunicación revictimizaron a ambas mujeres al centrar las publicaciones en los detalles de los feminicidios.
«Solo alimentan el morbo y la revictimización. ¿De qué forma los detalles del feminicidio y el sensacionalismo con el que se cubre, abonan a informar y concientizar sobre una problemática social?«, cuestionó.
Otras activistas y feministas pidieron evitar la difusión de imágenes que denigran a las víctimas, cuyos feminicidios se conocieron a inicios de esta semana.
Zavine Magadán, integrante de REDefine, también condenó el trato que se ha dado a estos casos, pues en redes sociales se compartió imágenes pixeleadas de los cuerpos, además de que reprobó que se haga énfasis en las actividades que realizaban antes del crimen.
Uno de los puntos que más se ha criticado, es sobre uno de los casos, donde el feminicida confeso ha sido apodado como «caníbal» lo cual quita el foco del delito principal: que Monserrat fue asesinada por su pareja por el hecho de ser mujer.
En el caso de Natalia se difundieron imágenes de su cuerpo y se destacó como razón del crimen que asistió a una fiesta donde convivió con un hombre, lo que no debe ser, porque mediante esas afirmaciones se le culpa a ella de su propio feminicidio, y no se explica que el responsable huyó tras arrebatarle la vida.
Es importante mencionar que en Puebla se contabilizan al menos 33 feminicidios en 2023. Además de Monserrat y Natalia, otra mujer fue asesinada en Acajete durante ese mismo fin de semana; de este último caso no se sabe su nombre, pero se cree que era madre por la cicatriz de cesárea que tenía.
Por estos tres feminicidios hay al menos 8 huérfanas y huérfanos, cinco por parte de Monserrat y tres por el caso de Natalia.
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