Los procesos electorales en los estados de Puebla y Tlaxcala tienen niveles de riesgo medio y bajo para que grupos del crimen organizado se infiltren para intervenir en los procesos de este año, así lo da a conocer Integralia Consultores.
De acuerdo con el “Primer reporte de violencia política. Mapa de riesgos de intervención del crimen en las elecciones locales, 2024”, las dos entidades no están dentro del grupo de estados con riesgo de que el crimen organizado influya en las elecciones, como es muy probable que suceda en Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco, Chiapas y Morelos con niveles altos.
La medición de riesgo se realizó a través de cinco formas documentadas en el periodo 2018-2023 en las que el crimen se ha infiltrado en las elecciones sobre todo en los municipios: a través de la violencia política al ejercer la fuerza, por el financiamiento de campañas, la imposición violenta de candidatos, a través de la movilización o inhibición del voto y por acciones el día de la elección quemando urnas o amenazando a funcionarios.
La infiltración en la política del crimen organizado busca mantener los negocios ilícitos ganando territorio y manteniendo el territorio, permisibilidad de la autoridad o impunidad.
A través de estos criterios Integralia Consultores concluyó que a este enero de 2024 el riesgo en el estado de Puebla es medio y se ubica junto con otros estados como Morelos y Quintana Roo con también nivel medio.
Por su parte, Tlaxcala tiene nivel bajo de riesgo junto con Oaxaca, Campeche, San Luis Potosí, Coahuila y Sinaloa, aunque se encuentra lejos de tener nivel muy bajo como Baja California Sur y Yucatán.
Carteles de la droga identificados en estados como Michoacán, Jalisco, Colima y Chiapas con más de la mitad de sus municipios tienen presencia y problema de injerencia del crimen en las próximas elecciones.
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