Descartó pedir disculpas a los priistas que se sintieron agredidos por sus declaraciones, ya que sería hipocresía


El senador Javier Lozano Alarcón aseguró que no se arrepentirá ni retractará de las acusaciones que hizo contra el Partido Revolucionario Institucional en Puebla en 2016 cuando fue vocero de la campaña rumbo a la gubernatura de Puebla de José Antonio Gali Fayad; además dijo que no operará para el tricolor ni para el morenovallismo en la entidad, pues sólo respaldará la campaña nacional.

Entrevistado en el marco del Informe de Labores de Gali Fayad, señaló que los priistas poblanos que dijeron sentirse «agraviados» con su llegada al tricolor deben entender que sus declaraciones las hizo «en el calor» de la contienda electoral, por lo que sería una «hipocresía» disculparse.

Al descartar hacer trabajo político a favor del morenovallismo en Puebla, subrayó que llegó al equipo del PRI nacional por invitación del propio Meade Kuribreña, por lo que –dijo–  buscará trabajar con este partido y llevar “la fiesta en paz” con sus militantes.

En ese sentido, aseguró que con la excandidata a la minigubernatura del PRI, Blanca Alcalá Ruiz y  con el líder del tricolor en Puebla, Jorge Estefan Chidicac mantiene una amistad «de mucho tiempo», por lo que indicó que las ofensas que hizo en su agravio no fueron «un asunto personal sino de campaña».

Desestimó la posibilidad de afiliarse nuevamente al PRI como parte de los acuerdos con el candidato presidencial, pues aseguró que se mantendrá como senador independiente en lo que resta de su periodo.

Cabe mencionar que, Lozano Alarcón renunció el pasado martes 9 de enero enunció a su militancia en el Partido Acción Nacional (PAN), al cual pertenecía desde 2005, lo cual dijo obedeció a la imposición de decisiones de Ricardo Anaya Cortés, a quien calificó de “joven dictador”.

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