El Centro Histórico de la ciudad de Puebla es uno de los tesoros más grandes que guarda el estado, pues es parte del Patrimonio Mundial desde hace 38 años y, además, forma parte de la Red de Ciudades Creativas de la UNESCO gracias a su valor turístico, histórico y de gran arraigo para las y los poblanos.
Sus calles, templos, parques y otros espacios de historia, cultura y tradición se han mantenido a través del tiempo. Sin embargo, el Ayuntamiento de Puebla, a través de la Gerencia del Centro Histórico, lanzaron el 2° concurso de ideas en los premios Rehabilita y Habita 2023, que en su segunda edición buscó promover la valorización de este gran patrimonio.
La tarea fue adoptada por Luis Iván Huerta Mares, Rosa Alejandra Juárez Montoya, Juan Pablo de Ita Solís y Emiliano de Jesús Castillo Iturbide, estudiantes de octavo semestre de la Licenciatura en Arquitectura de la IBERO Puebla, quienes, guiados por su tutor, el Arq. Luis Moctezuma Gutiérrez Cevada, consiguieron el primer lugar en la categoría estudiantil de este concurso.
“Vale muchísimo la pena entrar a este tipo de concursos, porque te motivan. Puedes ver tu capacidad, la de tu trabajo y el nivel que tienes”: Alejandra Juárez.
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Este grupo de creativos desarrolló una innovadora, estética y regeneradora propuesta para el Parque de la Alfabetización, ubicado el icónico y tradicional Barrio de los Remedios, justo en el corazón del Centro Histórico de la ciudad.
“Nos dimos cuenta de que el sitio no se sentía parte del Centro Histórico de Puebla, por lo que nos metimos a investigar más a fondo la historia de este barrio y encontramos un punto clave: la industria textil”. Y es que en Los Remedios la textilería poblana vivió su auge en la década de los cincuenta.
Así, desarrollaron el proyecto Punto de Tela, que se centra en rehabilitar el espacio por medio de la identidad textilera de la zona a través de instalaciones; arcos, pabellones textiles y kioscos que combinan aspectos fundamentales de la arquitectura poblana, y los colores que representan al centro de la ciudad.
Esta tarea no fue fácil, pues como explica Luis Iván Huerta, “había muchos reglamentos en este concurso y había cosas que podíamos hacer y cosas que también teníamos que respetar del mismo Centro Histórico”. Sin embargo, este ingenioso equipo de jóvenes supo resolver cada obstáculo que se les presentó, y consiguió destacar en la competencia.
“Es un concurso muy bonito, la verdad es una experiencia bastante conmovedora”, afirmó Emiliano Castillo, quien, como todos sus compañeros, reconoció el gran papel que tuvieron gracias a los conocimientos que obtuvieron en su formación académica, con sello IBERO Puebla.
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