Grecia Nava Hernández ha encontrado en los fermentos la manera de procurar la vida. Su apuesta es buscar la soberanía alimentaria, con productos alejados de la industria, esa que algún momento prometió acabar con el hambre mediante creaciones o artículos transgénicos.
Originaria de Tlaxcala, pero asentada en Puebla desde hace 16 años, relató la manera en que tuvo su primer acercamiento con la fermentación cuando le regalaron un cultivo de kombucha para su uso personal.
Dicho cultivo es una colonia simbiótica de bacterias y levaduras, que lleva el nombre de SCOBY, el cual se forma en un líquido de té y azúcar y que sirve para producir bebidas fermentadas como las sodas que promueve Grecia, Cachai, hechas con probióticos.
“Me llamó la atención que pudiéramos alimentar a un microorganismo vivo y después alimentarnos de lo que él hace, la fermentación que él elabora”, manifestó.
La joven egresada de la carrera de Administración de Empresas explicó que Cachai es un modismo chileno que significa “entender” o “darse cuenta”, el cual justamente se relaciona con el propósito de su emprendimiento: que la gente se percate que puede elaborar sus propias bebidas y alimentos.
Aseguró que los probióticos son microorganismos benéficos para la salud, que sirven para la digestión, el intestino, el colón, y que, además, aportan vitamina B, esencial para el metabolismo y la generación de células sanguíneas.
“Después de la era de la industrialización de los productos, nosotros pocas cosas vivas comemos en el día a día, todo viene procesado, enlatado, frito, hervido, entonces, lo que tratan de promover estos probióticos son justo bebidas vivas, llenas de bacterias y levaduras buenas“, detalló.
Acerca de las personas que sienten desconfianza respecto a ingerir bebidas con organismos flotando en su contenido, respondió que es un temor natural, pero aclaró que ese tipo de productos tienen un origen ancestral.
Recordó que nuestras abuelas y nuestros abuelos solían hacer nata o utilizaban búlgaros de leche para generar yoghurt.
“Creo que sí sería un poquito perderle el miedo a las bacterias y capacitarse para la gente que lo quiere hacer en casa, de conocer bien los cultivos y de que estén sanos”, acotó.
Grecia destacó que los beneficios de consumir Cachai o productos hechos con probióticos se comienzan a percibir a los 12 o 13 días de consumirlos constantemente, de preferencia, en ayuno.
Añadió que ella y su familia tienen un restaurante en San Andrés Cholula donde comercializan sus sodas y demás artículos, pero también en donde imparten talleres para explicar más sobre el tema.
Grecia resaltó que, al ser una bebida fermentada, las sodas Cachai tienen bajos niveles de azúcar, de aproximadamente 3 gramos por cada 100 mililitros.
Ello significa que están siete u ocho veces más abajo de la proporción de azúcar que hay en los jugos o refrescos procesados.
Agregó que sus sodas son gasificadas de forma natural y comunicó que, para consumidores iniciales, recomienda tomar un caballito de 100 mililitros al día en lo que el estómago se acostumbra a dosis más grandes.
En cuanto a su precio, la botella de 355 mililitros cuesta 35 pesos, mientas que la de litro tiene un valor de 100 pesos por botella, que, subrayó, pueden reciclarse. En este punto, dijo que cuando un cliente les lleva nueve frascos, obtiene uno gratis.
Es oportuno agregar que el laboratorio que utiliza Grecia para la fermentación de sus bebidas se encuentra en Momoxpan.
La joven emprendedora subrayó que su objetivo es hacer que la población consuma otro tipo de productos alejados de las grandes refresqueras o industrias.
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