Fue un prodigio de santidad en un ambiente muy corrompido.

Fue un prodigio de santidad en un ambiente muy corrompido. Nació en 1296 en Suabia, Alemania.

A los 15 años fue admitido como religioso en el convento de los Padres Dominicos en Constanza.

Su apellido era Von Berg, pero como su padre era descuidado borrachín y en cambio la mamá era una santa, el joven tomó el apellido materno que era Susso.