La paciencia se agotó. Decenas de taxistas tomaron la caseta de cobro número 76 de la autopista Cuacnopalan-Oaxaca, en Tehuacán, Puebla, como forma de presión ante lo que consideran una competencia desleal: la operación de aplicaciones de transporte como DiDi dentro del municipio.
Con pancartas, lonas y consignas, los conductores exigieron al gobierno estatal que cumpla los compromisos adquiridos en mesas de diálogo previas, donde —aseguran— solo han recibido promesas y “largas” sin resultados concretos.
Los inconformes recordaron que ellos sí cumplen con todos los requisitos que marca la ley, desde la Revista Vehicular hasta la actualización de permisos y seguros, lo que ha implicado fuertes gastos para mantenerse dentro de la formalidad. Sin embargo, afirmaron que los choferes de aplicaciones no enfrentan los mismos filtros ni costos, lo que genera un desequilibrio que afecta directamente su economía.
Los manifestantes aseguran que la llegada de plataformas digitales ha reducido sus ingresos hasta en un 70 %, pues muchos usuarios optan por las tarifas más bajas y la comodidad de pedir el servicio desde el celular.
Ante la falta de respuestas, advirtieron que podrían escalar las movilizaciones y bloquear más vías de comunicación si el gobierno estatal no establece medidas claras de regulación.
La protesta de los taxistas se levantó de forma pacífica, pero el mensaje fue firme: los taxistas de Tehuacán no piensan retroceder hasta que las autoridades les garanticen condiciones equitativas para trabajar.
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