Las exportaciones totales de México crecieron a una tasa anual de 7.9 por ciento en noviembre, con lo que suman 6 meses en positivo, empujadas por las exportaciones no petroleras y a un efecto menor de lo esperado de los aranceles impuestos por el gobierno de estados Unidos.
De acuerdo con datos del INEGI, los envíos al exterior del país han sido uno de los motores más importantes del crecimiento económico, destacando el comportamiento del sector manufacturero y en su interior, el rubro de las no automotrices.
A pesar del crecimiento observado en noviembre, cabe destacar que el reciente dato también muestra una desaceleración, luego de que en octubre se registrara una cifra récord del 14.2 por ciento.
De esta forma, el crecimiento registrado de las exportaciones no petroleras fue de 10.5 por ciento anual, logrando hilar 9 meses en positivo, donde en su interior, el sector manufacturero observó un aumento del 10.9 por ciento, ligando 9 meses consecutivos en positivo.
En este sentido, las exportaciones manufactureras distintas al sector automotriz fueron las que más destacaron al avanzar 17.7 por ciento anual, sumando 17 meses con datos en positivo.
Por su lado, las exportaciones automotrices mostraron una caída de 2 por ciento, afectadas por los aranceles impuestos por EU, contabilizando así 12 meses en negativo.
Efecto aranceles
De acuerdo con Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, las cifras que se observan son un reflejo de que los aranceles que Estados Unidos impuso a México bajo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), no se están cobrando al pie de la letra y el cumplimiento de México con el T-MEC se mantiene elevado, en contraste con los aranceles sectoriales que se aplican al sector automotriz, que sí se están cobrando.
“Las exportaciones automotrices acumulan una contracción en 2025, mientras que las exportaciones manufactureras distintas al sector automotriz siguen creciendo y tienen mayor participación en las exportaciones totales”, citó la especialista.
Sin embargo, Siller destacó una situación que se ha venido acentuando mes con mes durante este 2025, donde las exportaciones automotrices han dejado de ser las más relevantes.
“Existe una reconfiguración a las exportaciones, donde las distintas al sector automotriz y en especial el segmento de equipo de cómputo son las que han liderado el buen desempeño de las mismas”, añadió la economista.
Así, la experta considera que esta situación se mantendrá hacia lo que resta del año e inicios del siguiente, dado que el presidente de EU ha tomado como bandera ideológica a la industria automotriz, lo cual sigue afectando a México por su política comercial.
Por su lado, para Gerónimo Ugarte Bedwell, economista en Jefe de Valmex Casa de Bolsa, la desaceleración observada en noviembre obedece a un ambiente de mayor cautela; sin embargo, el experto estima que el crecimiento moderado continúe durante los siguientes meses.
“Este dato de noviembre en exportaciones se deriva de un entorno externo más cauteloso, especialmente en EU, que limita un mayor impulso adicional en el corto plazo” citó Ugarte.
El analista también subrayó que, el hecho de que las exportaciones sigan acumulando meses al alza responde a la resiliencia del sector manufacturero no automotriz, al avance de sectores ligados al nearshoring y a una integración comercial que continúa favoreciendo a México.
Factores a considerar
Hacia el próximo año, Gerónimo Ugarte destacó algunas consideraciones clave que podrían jugar a favor y mantener en un ritmo saludable las exportaciones.
“El menor déficit comercial acumulado, que reduciría presiones externas y mejoraría el balance macroeconómico, aunado a una demanda externa que, aunque moderada, sigue siendo favorable frente a otros mercados emergentes, son puntos que continuarán impulsando el comportamiento de las exportaciones”, dijo.
En contraparte, entre los principales riesgos detectados para el próximo año, el economista destacó que la caída en importaciones de bienes de capital podría anticipar menor inversión productiva y limitar capacidad exportadora futura.
En este contexto, Ugarte advierte que la volatilidad no ha cesado y podríamos continuar observando más episodios al respecto tras la revisión del T-MEC y más medidas arancelarias que se vayan conociendo.
Para el especialista, el 2026 podría ser un año favorable, sin embargo, se vuelve cada vez más dependiente del contexto externo, por lo cual aumenta la fragilidad para las exportaciones en un escenario donde la incertidumbre global se incremente.
“Lo más relevante es que el crecimiento exportador actual no es generalizado, sino cada vez más concentrado en ciertos segmentos. Este patrón refuerza la idea de un crecimiento en 2026 positivo pero frágil, altamente dependiente del entorno externo”, señaló.
Con información de el Financiero
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