Israel lanza ataque sorpresa contra Irán y afirma haber alcanzado objetivos nucleares y militaresFoto: Especial

Israel lanzó un ataque sorpresa contra diversas zonas estratégicas de Irán durante la madrugada de este viernes 13 de junio, según informaron fuentes oficiales del gobierno israelí. El operativo, ejecutado en completo sigilo, tuvo como objetivo principal instalaciones nucleares, fábricas de misiles balísticos y altos mandos militares iraníes.

De acuerdo con el primer ministro Benjamín Netanyahu, la ofensiva busca frenar el desarrollo del programa atómico iraní, que —según afirmó— se encontraba en una fase avanzada. “Estábamos cerca de un punto sin retorno”, advirtió el mandatario.

Entre las víctimas mortales, según reconoce el propio régimen iraní, se encuentra el jefe de la Guardia Revolucionaria, el general Hossein Salami, que pocas horas antes aseguraba que estaban listos para “contrarrestar cualquier agresión”. También han muerto otros responsables militares y varios científicos responsables del programa nuclear mientras fuentes oficiales de Teherán informan de edificios alcanzados por las bombas en la capital. Irán e Israel mantienen cerrado su espacio aéreo.

Mientras, Israel se encuentra en estado de emergencia nacional y los teléfonos móviles han recibido alertas para que la población se ponga a cubierto ante una posible respuesta que, por el momento, no ha llegado, aunque la creen posible, según el máximo jefe del ejército. “La respuesta al ataque israelí será contundente”, ha señalado un funcionario a la agencia Reuters.

Nuestros bravos pilotos están atacando una gran cantidad de objetivos por todo Irán”, ha anunciado Netanyahu a través de un vídeo en el que detalla que el objetivo es “atacar la infraestructura nuclear, las fábricas de misiles balísticos y la capacidad militar de Irán”. En concreto, el mandatario se ha referido al bombardeo llevado a cabo sobre el centro nuclear de Natanz (provincia de Isfahán), donde desde 2021 se mantiene un programa de enriquecimiento de uranio al 60% de pureza. Fuentes oficiales iraníes reconocen que los bombardeos han alcanzado varias veces estas instalaciones.

Como parte de la ofensiva, los servicios secretos israelíes en el exterior, el Mosad, llevaron a cabo una serie de operaciones de sabotaje para desactivar las defensas aéreas y las instalaciones de misiles iraníes, según Barak David, reportero de Axios en declaraciones al canal estadounidense CNN. En la misión no han participado fuerzas estadounidenses, pero Netanyahu ha agradecido el papel que juega el presidente Donald Trump para frenar la carrera armamentística de Teherán. “Israel ha tomado medidas unilaterales contra Irán. No hemos participado en ataques contra Irán y nuestra principal prioridad es proteger a las fuerzas estadounidenses en la región”, ha señalado Marco Rubio, jefe de la diplomacia estadounidense. En todo caso, Washington ha sido informada previamente del ataque, según medios israelíes.

Netanyahu ha recordado los ataques llevados a cabo por Teherán –los primeros de este tipo de la historia– contra Israel los pasados meses de abril y octubre y cómo se defendieron golpeando en territorio iraní. Los misiles balísticos empleados entonces cuya capacidad de producción eleva hasta 10.000 en tres años, “pronto podrían llevar carga nuclear”, advierte en lo que califica de “amenaza intolerable” que podría extender la “pesadilla nuclear” incluso a Europa o América. “No lo olviden. Irán califica a Israel del pequeño Satán y a América del gran Satán”. Como en ataques anteriores, Netanyahu ha querido lanzar un mensaje al pueblo iraní, al que trata de liberar con sus bombardeos del yugo de su actual régimen que encabeza el líder supremo, Alí Hamenéi. “Creo que el día de vuestra liberación está cerca”, ha sentenciado el primer ministro.

Las autoridades han decretado el estado de emergencia nacional que permite el funcionamiento de los servicios críticos y se han suspendido las clases en los colegios y la actividad comercial no esencial. “Llevamos mucho tiempo preparando esta operación” y “se han realizado esfuerzos sin precedentes” pero “no puedo prometer un éxito absoluto” porque “el régimen iraní intentará atacarnos como respuesta”, reconoce el general Eyal Zamir, jefe de las Fuerzas Armadas. Pese a esa concienzuda preparación, la orden del ataque de este 13 de junio llegó de la mano de Netanyahu y de su ministro de Defensa, Israel Katz, el pasado lunes. Se había llegado a un “punto de no retorno”, según Zamir.

El primer ministro ha relacionado el Holocausto sufrido por los judíos a manos de los nazis hace 80 años con el “Holocausto nuclear” que supuestamente pretende Irán pretende poner en marcha. Entiende que el primer intento de acabar con Israel ha fracasado. Se trata del que comenzó con la matanza que lideró Hamás el 7 de octubre de 2023 en el que unas 1.200 personas fueron asesinadas en territorio israelí. Ese día se abrió la puerta a una nueva fase del conflicto regional en el que el Estado judío mantiene frentes abiertos además de en Irán, a quien considera líder del eje del mal, en Gaza, Cisjordania, Yemen, Líbano, Irak y Siria. Teherán, según Netanyahu, busca ahora otra vía de ataque, que es la nuclear y por eso justifica el ataque preventivo de este viernes.

En este sentido, Netanyahu se erige en salvador regional al permitir, bloqueando a aliados de Irán como la milicia chií Hezbolá en Líbano, que ese país tenga hoy un nuevo gobierno. Algo similar, agrega, ha ocurrido con la caída del régimen de Bacar el Asad en Siria y busca también, aunque no lo ha logrado todavía, con su intento de liquidar a los palestinos de Hamás en Gaza, donde han muerto ya más de 55.000 personas bajo ataques israelíes desde el 7 de octubre de 2023.

A lo largo del jueves, las autoridades israelíes habían guardado un cauteloso silencio con respecto a la operación y su inminencia. Con la complicidad de su principal aliado, Estados Unidos, se había sembrado a través de diferentes medios de ese país la posibilidad de golpear Teherán. Como si todo formara parte de la perenne dialéctica bélica, las filtraciones aludían a que el Estado judío estaba listo. El presidente Donald Trump se mostraba contrario a esa ofensiva y contaba con poder intentar llegar a un acuerdo con el régimen de los ayatolás. Al mismo tiempo, el mandatario advierte de que están listos para hacer frente en caso de que Irán ponga en marcha un contraataque. La operación, añade el primer ministro, va a continuar los días que sean necesarios para aplacar lo que consideran la amenaza iraní, que es capaz de desarrollar armamento nuclear “en pocos meses, en menos de un año”.

Ambas administraciones habían anunciado una sexta ronda negociadora en torno al armamento nuclear iraní para este domingo en Mascate, la capital de Omán. Previamente, el enviado de la Casa Blanca a la región, Steve Witkoff, iba a reunirse con una delegación de alto nivel israelí encabezada por el ministro de Asuntos y mano derecha de Netanyahu, Ron Dermer, y el jefe de los servicios secretos en el exterior, el Mosad, David Barnea. Todo eso ha saltado por los aires con los bombardeos. Y así lo justifica Netanyahu: “Hoy, es evidente que Irán solo está ganando tiempo. Se niega a aceptar el requisito fundamental de las naciones pacíficas. Por eso no tenemos más remedio que actuar. Y actuar ya. La decisión más difícil que debe tomar cualquier líder es frustrar un peligro antes de que se materialice por completo”. El primer ministro ha concluido su intervención con nuevas referencias al nazismo y las lecciones aprendidas a lo largo de la historia antes de recurrir a las sagradas escrituras: “Como nos enseña la Biblia, cuando alguien viene a matarte, levántate y actúa primero”.

Con ifnormación de EL PAÍS.

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