El Gobierno de Puebla tendría que pagar más de 22 mil millones de pesos por la terminación anticipada de las concesiones que se otorgaron a privados para la operación de las cuatro líneas de la Red de Transporte Articulado (RUTA), reveló el coordinador de gabinete, José Luis García Parra.
Según el análisis que hizo la actual administración estatal a los contratos de concesión, indicó que todavía faltan 29 años para que se termine este modelo de inversión que se instrumentó desde 2013 durante el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas.
Durante la conferencia matutina que encabezó el gobernador, Alejandro Armenta Mier, el funcionario estatal explicó que estos contratos representan para el Gobierno de Puebla el enfrentarse a un “cártel de las concesiones heredadas por gobiernos de derecha”.
“Faltan 29 años para concluir con este título de concesión, y dejaron todo tan amarrado jurídicamente, en ese modelo financiero de negocios particulares, que el Gobierno, hoy le costaría 22 mil millones de pesos la terminación de estas cuatro líneas del Sistema RUTA; 22 mil millones de pesos si el gobierno decidiera terminar con estas concesiones”.
@Gob_Puebla tendría que pagar más de 22 mil mdp por la terminación de las concesiones que se otorgaron a privados para la operación de las cuatro líneas de la Red de Transporte Articulado, reveló el coordinador de Gabinete, @JLG_PARRA. Indicó que faltan 29 años para que concluya pic.twitter.com/ZMi7J1XrVO
— URBANO📍Noticia Puebla y Tlaxcala (@urbano_noticias) November 26, 2025
En la conferencia presentó a la titular de la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMT), Silvia Tanús Osorio, qué se podría hacer con 22 mil millones de pesos, quien aseguró que serviría para renovar por completo el parque vehicular del transporte público.
Agregó que se han pagado más de cuatro mil millones de pesos como subsidio, desde que el sistema RUTA comenzó a operar, según las revisiones financieras hechas.
Cabe decir que el comentario de García Parra se da en medio de la falta de unidades en diversas Líneas, lo que ha complicado su uso. Por ejemplo, en las Líneas 1, 2 y 3 hay saturación de unidades por lo que se requieren nuevos vehículos, mientras que en la Línea 4 faltan más autobuses para que la frecuencia de paso sea el adecuado, pues en algunos horarios tardan en pasar hasta dos horas.
También hay deficiencias de mantenimiento a las unidades y también en la renovación de las mismas, pues algunas datan de 2013 lo que provoca que tengan ya 12 años de antigüedad.
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