El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) analiza la propuesta de reforma del Gobierno Federal a la Ley de los Impuestos Generales a la Importación y Exportación cuyo objetivo, junto con la reforma propuesta a la Ley Aduanera, es elevar la recaudación a través de una mayor fiscalización; la reducción del contrabando, de la evasión y la elusión fiscal; y el aumento en la tasa de aranceles dirigidos hacia países con los que no tenemos acuerdos comerciales.
En el análisis del CIEP, se ha identificado que los impuestos a la importación están ganando peso en el total de ingresos tributarios, pasando de 2.1 % en promedio, a 4.4 % del total de ingresos tributarios para 2026.
De ser exitosa, la reforma podría elevar la recaudación en una cifra superior a la esperada, dado que las aduanas son responsables del 68 % del impuesto al valor agregado (IVA) y el 39.7 % del impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) del país, además de los impuestos a la importación.
Si bien los aranceles se alinean con la política del Gobierno Federal para alcanzar los objetivos de industrialización y sustitución de importaciones del Plan Nacional de Desarrollo y el Plan México, es fundamental considerar que se tratan de impuestos que pagan las y los contribuyentes nacionales, lo que implica una transferencia de recursos de estos hacia el gobierno y a la industria.
Asimismo, es importante considerar las afectaciones que puede causar en el nivel de precios (inflación) y la distribución del ingreso.
Por ello, constata CIEP, debemos estar pendientes del uso eficiente de la recaudación generada, de que su implementación no incremente los precios de manera no deseada, y de que su aplicación sea temporal para no inhibir la inversión nacional y extranjera.
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