La edición número 38 de la Procesión de Viernes Santo que se realizó en Puebla rompió récord de asistencia. Se estima que alrededor de 180 mil católicos recorrieron las calles del Centro Histórico, consolidándose así como la más concurrida del país.
En punto de las 12 del día se inició el recorrido saliendo del atrio de la Catedral de Puebla con la participación de siete imágenes religiosas, consideradas las más milagrosas de Puebla y con más fieles por su antigüedad.
El recorrido fue por una parte del Centro Histórico hasta llegar al “Gallito” y retornar a la catedral. Al principio era un número regular de peregrinantes, pero poco a poco fue creciendo hasta alcanzar una multitud. En 2024 procesionaron 160 mil personas, sin embargo para 2025 la cifra aumentó de 12.5%, es decir, 20 mil fieles más que el año anterior.
En la actualidad, participan en la procesión las imágenes de: Nuestra Señora de la Soledad; la Virgen de Dolores; el Padre Jesús de la Tres Caídas; Jesús Nazareno y el Señor de Las Maravillas. Recientemente se han agregado el Señor de la Misericordia, del templo de la Compañía y por último el Santo Niño Doctor de los enfermos, del santuario de Tepeaca.
🌾☦️ Así avanza la Procesión de Viernes Santo en el Centro Histórico que se encamina a la Villita de Guadalupe para un segundo mensaje de reflexión. Se estima que participan más de 180 mil personas. ✨️
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— URBANO📍Noticia Puebla y Tlaxcala (@urbano_noticias) April 18, 2025
La Procesión del Viernes Santo de este 2025 fue encabezada por el arzobispo, Víctor Sánchez Espinosa, así como los obispos auxiliares de la Arquidiócesis de Puebla, Tómas López Durán y Francisco Javier Martínez Castillo.
La Procesión de Viernes Santo tiene orígenes muy antiguos en la Europa medieval. Fue en España donde encontró mejor acogida, de tal manera que al menos desde el siglo XVI, fueron multitudinarias y majestuosas las procesiones, como las de Sevilla, Córdoba, Granada en el mundo andaluz, y austeras y recogidas en Salamanca, Zamora, Valladolid y León, por sólo mencionar algunas. Fueron los frailes evangelizadores, principalmente los franciscanos, los que trajeron a Iberoamérica esas prácticas piadosas.
En la Nueva España se organizaron solemnes procesiones tanto en la propia capital, como en San Luis Potosí, en Valladolid o en Guadalajara. Por supuesto en la Puebla de los Ángeles, donde se imitaba la organización española de diversas procesiones que se encontraban en diferentes cruceros.
Los fieles enlutados, colmaban las calles para ver pasar las andas de sus imágenes devotas. Todo cesó en 1861 por efecto de las Leyes de Reforma. Fue hasta 1992, cuando un grupo decidió reinventar, ya no varias, sino una sola procesión que tuviera lugar el Viernes Santo y que reuniera en el atrio catedralicio, primeramente, a cinco imágenes, tres de Nuestro Señor Jesucristo y dos de la Virgen María: el Jesús Nazareno de la parroquia de San José, que reorganizó la antigua cofradía. La del Señor de las Maravillas del templo de Santa Mónica y la de Nuestro Padre Jesús de Analco. Las imágenes marianas fueron la de Nuestra Señora de la Soledad, de la parroquia del Sagrario y la de Nuestra Señora de los Dolores del templo del Carmen.
🌾☦️ El arzobispo de la Arquidiócesis de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa participa en la Procesión de Viernes Santo a bordo de un vehículo utilitario debido a que no puede hacerlo a pie debido a los problemas de rodilla que sufre el jerarca católico que el… pic.twitter.com/Ms5h8aW5qQ
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