El ganador del Festival de Eurovisión del año pasado, Nemo, ha dicho que devolverá su trofeo en protesta por la participación continua de Israel en el evento.
El cantante suizo de 26 años afirmó que existía un “claro conflicto” entre la presencia de Israel en el concurso y los ideales de “unidad, inclusión y dignidad” que el certamen dice representar.
Martin Green, director del Festival de Eurovisión, dijo que en Eurovisión estaban “entristecidos” por la decisión y que respetaban la postura de Nemo.
La participación de Israel en Eurovisión ha sido una fuente creciente de tensión debido a la guerra en Gaza y a una controversia relacionada con la votación en la edición de este año.
Cinco países —Islandia, España, Irlanda, Eslovenia y Países Bajos— han anunciado que boicotearán el evento del próximo año porque a Israel se le ha permitido competir.
Israel ha calificado anteriormente la decisión de mantenerlo en el concurso como una “victoria” sobre los críticos que intentaban silenciarlo y difundir odio.
Nemo se convirtió en la primera persona no binaria en levantar el trofeo de Eurovisión con su canción The Code, que trata sobre el proceso de descubrir su identidad no binaria.
Después de ganar, Nemo contó a la BBC los desafíos que enfrentó durante el concurso y la sensación de que los organizadores no habían hecho lo suficiente para apoyar a quienes quedaron atrapados en la disputa por la participación de Israel en 2024.
“Me sentí muy solo. Realmente espero que el próximo año tengan mejores medidas”, dijo entonces. Eso llevó a la introducción de nuevas acciones para proteger el bienestar mental de los artistas y el personal de Eurovisión.
En un comunicado publicado en Instagram el jueves, Nemo dijo que sentía que la decisión de la Unión Europea de Radiodifusión (EBU) de permitir que Israel siguiera participando ya no estaba alineada con sus valores fundamentales.
“La participación continua de Israel, durante lo que la Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU ha concluido que es un genocidio, muestra un claro conflicto entre esos ideales y la decisión tomada por la EBU”, señaló, en referencia a un informe publicado en septiembre.
“Aunque estoy inmensamente agradecido por la comunidad alrededor de este concurso y por todo lo que esta experiencia me ha enseñado como persona y como artista, hoy ya no siento que este trofeo deba estar en mi estantería”.
Nemo también publicó un video colocando el trofeo en una caja de cartón, diciendo que será enviado a la sede de la EBU en Ginebra.
En una declaración enviada a BBC News, Martin Green dijo: “Nos entristece que Nemo quiera devolver su trofeo, que ganó merecidamente en 2024. Respetamos las convicciones profundas que ha expresado y siempre será un miembro valioso de la familia de Eurovisión”.
Los boicots y protestas por la inclusión de Israel han sido la mayor crisis que Eurovisión ha enfrentado.
La edición de este año también tuvo una controversia en la votación y acusaciones de que el gobierno israelí intentó influir en el voto público.
Esto llevó a que algunas reglas del concurso fueran modificadas y reforzadas, tras lo cual una “gran mayoría” de los miembros acordó que no era necesario volver a votar sobre la participación y que Eurovisión 2026 podía continuar según lo previsto, según la EBU.
El presidente de Israel, Isaac Herzog, elogió la decisión de permitir que el país compita, calificándola como un “gesto apreciado de solidaridad, hermandad y cooperación”.
En cuanto a los boicots, Nemo insistió en que su decisión de devolver el trofeo no tenía que ver con “individuos o artistas”, sino con lo que consideraba el uso de Eurovisión para “suavizar la imagen de un Estado acusado de graves delitos”.
“Cuando países enteros se retiran, debería estar claro que algo está profundamente mal”, añadió. “Si los valores que celebramos en el escenario no se viven fuera de él, incluso las canciones más hermosas se vuelven insignificantes”.
Con información de BBC
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